4 Anahata
EL CHAKRA DEL CORAZÓN
Desde el Chakra del Corazón las imágenes, las palabrasy los sonidos se transforman en sentimientos.
El nombre en sánscrito Anahata significa “el no golpeado”, “El sonido que se produce sin que dos cosas se toquen”. Se dice que el sonido pri- mordial que no proviene de ningún roce es Anahata, también se refiere a la coexistencia del cuerpo y el espíritu. El Chakra del Corazón es el cuarto de los centros energéticos de nuestro cuerpo, es el puente a través del cual nos movemos desde los centros de energía inferiores a los superiores, desde la esfera de las necesidades básicas al de las bendiciones.
El Chakra del Corazón es el centro del amor, de la comprensión, de la capacidad de empatizar y de “sentir con”;es la sede de la compasión y del amor incondicional. Las cualidades fundamentales del Anahata son la paz, la unidad, la fraternidad, la solidaridad, la comunión, la plenitud, el gozo y la búsqueda de la armonía. Es a través de este centro que percibimos la belleza ya sea de la naturaleza, de las artes o de la propia vida.
Este centro de energía está relacionado con la aceptación amorosa de que todos los sentimientos y todas las manifestaciones de la vida han surgido originalmente de la añoranza de amor y son, en última instancia, la manifestación misma del Amor. La única fuente regidora de este chakra es la capacidad de amar, de ser receptivo y de permitir que se produzca el amor; es a través de este proceso cuando llegamos a percibir y sentir el valor sagrado de las cosas, por pequeñas y simples que éstas sean. Desde este centro nos conectamos con el amor divino, percibiendo todo lo que nos rodea como su manifestación.
La curación profunda proviene del chakra del Corazón. Cuando este centro está cerrado, no podemos sentir, ni dar, ni recibir; lo cual hace que nos sintamos profundamente solos, aislados y separados, perdiendo el sentido de unidad y el sentido de la vida. Si ponemos impedimentos a la experiencia del amor en nuestra vida, ésta termina, sobre todo si no sen- timos amor por nosotros mismos.
El Anahata nos remite a ser conscientes de quienes somos, de lo que somos y de que todo lo que hacemos es amor en sí. El trabajo del cuarto chakra reside en entregarnos a la vida, confiando y permitiendo que ella nos guíe. Si externamente no somos amados, aceptados, respetados y alimentados, podemos seguir avanzando, pues nuestro crecimiento consiste en aprender a darnos aquello que el mundo no nos da.
El Anahata nos enseña una lección fundamental y en ocasiones, difícil de asimilar, que es que en realidad no hay un camino ascendente o descendente, sino que el camino es hacia el interior. El silencio, el contacto con la naturaleza, la buena compañía, disfrutar del arte en todas sus vertientes, todo aquello que nos levante el ánimo, que nos invite a vivir, a sentir y a disfrutar del momento, es alimento para este chakra. La única inteligencia del corazón es recordar el amor.
REPRESENTACION DEL MANDALA
Color Verde – El color verde representa el elemento aire, es el color más neutral del aspecto visible. Surge de la combinación del color amarillo (energía mental y creativa) y el color azul (que se rela- ciona con el movimiento y fluidez).
Es el color de la naturaleza por excelencia y su energía la de la acción. Representa la armo- nía, el crecimiento, la esperanza, la exhuberan-cia, la fertilidad y el frescor; su vibración provoca ganas de vivir y de participar.
El verde oscuro se le relaciona con el dinero, la ambición, la codicia, la avaricia y la envidia; en un tono más amarillento con la enferme- dad, la discordia y la cobardía. El verde oliva es el color de la paz. A nivel emocional guarda una estrecha relación con la seguridad, sugiere estabilidad y resis- tencia. Es un color con un alto poder curativo; de todos los colores del espectro es el más relajan- te para el ojo humano y puede ayudar a mejorar la vista. El verde tiene una acción ascendente y cons- tante, trae equilibrio y actúa como tónico cuando nos sentimos fatigados, cansados o de primidos.
La influencia de este color aumenta la curiosidad y la capacidad analítica, activa el transporte de energía a todo el cuerpo; en especial al sistema digestivo, es un buen desintoxicante. El color verde ayuda a las funciones del corazón y de los pulmones proporcionando oxígeno nuevo y fuerza vital.
©Tat Estrada
Del libro «Los Chakras, mandalas de energía» Edit. mtm