Metatrón
Este es el arcángel más poderoso en el reino celestial, lo que le ha valido el título de “Pequeño Yahvé”.
Metatrón guarda la sabiduría de todo lo que existe, el dirige y ejecuta el plan de Dios, por ello es una guía sin igual, es considerado el escriba celestial.
El Zóhar llama a Metatrón «el Joven», y lo identifica como el ángel que guió al pueblo de Israel en el desierto, luego del éxodo desde Egipto.
Metatrón es uno de los dos arcángeles cuyos nombres no terminan en el sufijo -el , que significa «de Dios». Eso es porque Metatrón y Sandalphon fueron profetas humanos que vivieron vidas tan piadosas que fueron recompensados con la ascensión al reino de los arcángeles.
Su energía revela el motivo de por qué las cosas son como son, permite conocer el futuro y la visión del plano completo de la creación. Gracias a esta visión se comprende por qué es útil adoptar una determinada línea de comportamiento y parámetros, el fin de las leyes cósmicas.
Se dice que Metatrón es el enviado especial de la divinidad para todo lo que atañe a este mundo; determina la unión entre deseo y razón, del descubrimiento de proyectar la realidad actual de los mundos, y del mundo inferior; en otros términos, Metatrón profundiza nuestra mentalidad y sensibilidad, el poder de recibir claramente lo que existe en el mundo espiritual bajo forma de posibles creaciones; ofrece el conocimiento, que revela el objetivo, el fin, los proyectos de la divinidad a través del intelecto y de los sentimientos.
Aunque su aspecto es descrito como el de un ser de fuego divino, con 36 pares de alas y 365 mil ojos, los cabalistas lo ponderan como el más poderoso de los serafines, que en general sólo cuentan con 3 pares de alas. Metatrón, en cambio, tiene este número, multiplicado por 12 (que son las tribus de Israel). Además, al ser escriba del cielo, detenta secretos cósmicos y ostenta una sabiduría infinita; de allí el simbólico número de 365 mil ojos y su referencia a una clarividencia que penetra todo los tiempos, pasados y futuros.